Cuarta Batalla de Maturín

al día como hoy,  12 de septiembre de 1814, el coronel José Francisco Bermúdez, quien comandó la  defensa de la Plaza de Maturín, con solo 1.330 hombres, derrotó al jefe realista Francisco Tomás Morales, quien comandaba poco más de 4.000 soldados, en el sitio denominado Alto de los Godos, frente a la ciudad de Maturín.

Todo esto ocurrió en el marco de la Segunda República, cuando los cascos de la caballería de José Tomás Boves, hacían temblar el territorio venezolano, sembrando el terror con una mortandad propia de su profesión de carnicero endemoniado.

Cinco cargas consecutivas de los patriotas, auxiliados oportunamente por Manuel Cedeño, hicieron posible la victoria.

Morales escapó precipitadamente luego de haber dejado en el campo de batalla 2.200 muertos, 85 heridos y 865 prisioneros. En poder de los patriotas quedaron 150.000 cartuchos, 2.100 fusiles, 700 caballos ensillados, 6.000 mulas, 800 reses, equipajes y archivos. Las pérdidas de las fuerzas republicanas apenas si fueron lamentables.

Quince días después  llegaron 400 refuerzos al mando de José Félix Ribas. Entre ambos jefes patriotas lograron organizar un ejército de 2.200 soldados de infantería y 2.500 jinetes de caballería.

Este contingente republicano fue el que enfrentó el poderío avasallante del asturiano Boves en las subsecuentes batallas de Los Magueyes y Urica.

Las desavenencias entre los  líderes de oriente - Piar, Arismendi, Mariño, Cedeño, Sucre, Monagas, Zaraza y los hermanos Bermúdez -  contribuyó a los desaciertos y derrotas militares que conllevaron a la caída de la Segunda República. La ausencia de una consolidación en la unidad de mando y en la cadena de acciones en comando provocó este infortunio.

Por ello debemos siempre estar como los cinco dedos de la mano, distintos en su  función específica, pero siempre unidos como un poderoso puño.

¡Unidad, lucha batalla y victoria! ¡Venceremos!