En Gramovén purifican y venden el agua a bajo costo

Hace unos años atrás, los pobladores de Gramovén, en la parroquia Sucre, veían de muy poca o ninguna utilidad el hecho de que en su comunidad se encontraran asentados galpones utilizados por la empresa Coca Cola. Hoy, producto del impacto positivo de la Revolución, en estos espacios fue construido un complejo habitacional y con este, varios espacios para la producción y el desarrollo del Poder Popular organizado.

Uno de estos procesos productivos es la planta purificadora de agua Omituna, empresa de propiedad social (EPS) que fue conformada por luchadores sociales, pertenecientes a la Fundación Ezequiel Zamora.

Oriana Laya, encargada del lugar, señaló que para purificar el agua utilizan un equipo de alta tecnología, lo que garantizar que esta sea tratada adecuadamente. Esto, además, garantiza que sea una opción ante el agua embotellada por las empresas capitalistas.

“Nosotros utilizamos varios filtros y por último sometemos el agua a una lámpara de rayos ultravioleta para eliminar cualquier microorganismo que luego pueda desencadenar enfermedades”, refirió.

COMBATIR LA GUERRA ECONÓMICA

Una de las aristas de la guerra no convencional es poner de rodillas al pueblo. Es por ello que los luchadores de la Fundación Ezequiel Zamora decidieron tomar en cuenta este fenómeno y poner en marcha este proyecto.

En ese orden, el botellón de agua Omituna tiene un costo de 800 bolívares, muy por debajo del costo ofrecido en comercios privados.

“El agua embotellada que venden en comercios ronda los Bs mil 500 y mucha gente no la puede pagar, es por eso que decidimos emprender esta iniciativa”, comentó.

Explicó que este precio se toma en consideración a lo estipulado por la Ley de Costos y Precios Justos para establecer un valor del producto, que permita obtener ingresos para cubrir gastos de materia prima, servicios y pago de empleados más un margen de ganancia del 30%.

La idea es atacar la guerra económica que afecta de manera importante a la economía del país. Los preculsores de la idea estiman que al ofrecer a la comunidad botellones precios accesibles, en comparación con las embotelladoras comerciales, contribuyen con el combate al flegelo derechista.

PLENA PRODUCCIÓN

La EPS comenzó a operar en septiembre de 2016 y despacha cerca de 250 botellones diarios a personas del urbanismo.

Adicionalmente, se atiende a personas del Corredor Fabricio Ojeda de la parroquia Sucre, así como también a diversos sectores populares de las parroquias La Vega y Antímano.

Cabe resaltar que dicho corredor abarca siete sectores de barrio, localizados en 243 hectáreas de la parroquia Sucre.

“La idea es que podamos favorecer a un mayor número de familias de la zona, para garantizar el vivir bien”, dijo.

REVOLUCIÓN DIGNIFICA

El nombre de la planta está escrito en lengua caribe y significa “agua”, comentó Laya.

Según la trabajadora comunitaria, la idea de utilizar un nombre indígena es reivindicar los pueblos que habían sido olvidados durante gobiernos de la Cuarta República.

“Quisimos utilizar este nombre, pues los indígenas fueron nuestros pobladores originarios. Es un homenaje a quienes nos enseñaron el buen uso y el mejor manejo de este importante recurso como lo es el agua”, apuntó.

Al respecto, la luchadora social hizo énfasis en la importancia que ha dado el Gobierno Bolivariano en la atención de aquellas comunidades de mayor vulnerabilidad.

“Fuimos financiados por Corpojuventud, a través del Banco Bicentenario, con lo cual pudimos comprar todo el equipamiento e insumos necesarios para comenzar la EPS”, explicó.

Para Milagros Alfonso, coordinadora de la Sala Situacional Ana María Campos, que hace vida en los antiguos galpones de la Coca Cola, la Revolución ha puesto especial empeño en el apoyo de las comunidades organizadas para el desarrollo de proyectos productivos.

“Aquí en Gramovén estamos trabajando en el desarrollo de proyectos. En ese sentido, aquí contamos con una panadería y estamos formando a los muchachos de la zona en este oficio. Tenemos además un espacio para la siembra urbana, desde donde extraemos frutas y verduras para comedores de nuestros niños del corredor”, recordó.

Informó que también poseen varios conucos comunitarios, en donde cultivan hortalizas y frutas que luego venden a precios solidarios a los vecinos de la zona.

Alfonso instó a la colectividad a sumarse al trabajo voluntario para continuar con el legado del Comandante Chávez.

La trabajadora lanzó una reflexión: “la bonanza del dólar a Bs 150 nos hizo creer que, como todo estaba hecho, lo que había era que comprarlo. Pero, al bajar el barril de petróleo, nos vimos obligados a aprender a hacer, a trabajar”.

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Un espacio para la vida

Tras la vaguada del año 2009, el Gobierno Bolivariano dio la orden para arrancar con la construcción de viviendas dignas en los terrenos que anteriormente pertenecían a la compañía de refrescos Coca Cola, en el sector de Gramovén en la parroquia Sucre. Con el levantamiento de las casas para favorecer a quienes lo habían perdido todo con las lluvias o vivían en riesgo en la zona, en conjunto se inició la construcción de espacios socioproductivos gestionados por el Poder Popular.

“Este no era un espacio apto para una compañía como esta, en el lugar se generaba contaminación para el sector, hoy en cambio estamos produciendo, trabajando para la comunidad”, comento Oriana Laya, responsable de la Empresa de Propiedad Social Omituna. En ese mismo espacio hoy funciona la Sala Situacional Ana María Campos, donde hacen vida 34 consejos comunales del corredor de la Gran Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor Fabricio Ojeda.

Antes el galpón sirvió de refugio a muchas familias mientras la Revolución les edificaba una hogar digno.