Altos de Pipe, 02 de diciembre de 2015 (Mariel Cabrujas M.). - El color de los ojos, la contextura corporal o el tipo de cabell...
Altos de Pipe, 02 de diciembre de 2015 (Mariel Cabrujas M.).-
El color de los ojos, la contextura corporal o el tipo
de cabello no son las únicas cualidades heredables. La dificultad para absorber
ciertos nutrientes de los alimentos también forma parte de las huellas
registradas en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de un individuo.
La precisión hallada en el contenido genético ha
permitido a especialistas del Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas recopilar y procesar esta información de pacientes con diagnóstico
presuntivo de celiaquía, con la intención de determinar la prevalencia de la
condición en el país.
A pesar de ser una condición multifactorial, se sabe
que dos moléculas pueden impedir al cuerpo humano la absorción del gluten,
proteína presente en el trigo, el centeno, la cebada y otros cereales
relacionados. Este par identificado como DQ2 y DQ8 está involucrado en la
predisposición genética a la celiaquía, sin embargo, no todas las personas que
los expresen sufren la condición.
La caracterización de más de 500 muestras aportará
datos valiosos para proponer un estudio epidemiológico a gran escala,
considerando que no se cuentan con suficientes estadísticas sobre este problema
de salud en territorio nacional. La información está siendo procesada por la
sección Inmunogenética del Laboratorio de Fisiopatología del Ivic.
“Lo relevante es que tenemos datos clínicos,
serológicos y genéticos de pacientes de diversos lugares del país, pues al
momento de iniciar el servicio en el instituto-hace más de cinco años- nos han
referido a personas de distintos centros hospitalarios ubicados en estados como
Táchira, Lara, Bolívar, Miranda y Distrito Capital”, afirmó la investigadora
del Ivic, Mercedes Fernández Mestre.
Para organizar la data recopilada se creó una matriz
que permite clasificarla y determinar el número de casos de celiaquía reales
basados en los síntomas clínicos, las pruebas serológicas de diagnóstico, la
presencia de las moléculas involucradas (DQ2 y DQ8), los resultados de las
biopsias intestinales e incluso si se observó una mejoría o recaída de salud en
el tiempo de estudio.
La toma de muestras inició en 2008 en pacientes
pediátricos del Hospital de Niños “J. M de los Ríos” con síntomas clínicos
semejantes a los ocasionados durante la intolerancia al gluten. Estas pruebas
fueron la base para el primer estudio de los genes involucrados en la celiaquía
en Venezuela, elaborado por investigadores del Ivic y publicado en el mismo año
en la revista Gen, órgano divulgativo de la Sociedad Venezolana de
Gastroenterología.
En casa como en el mundo
El primer reporte de predisposición genética a la
condición celíaca en territorio nacional confirmó que la presencia de las
moléculas DQ2 y DQ8, al igual que en otros países, aumenta la probabilidad de
sufrirla.
El estudio determinó que todos los pacientes evaluados
eran portadores de estos marcadores genéticos, coincidiendo con las
descripciones de otras poblaciones tales como la caucásica europea con celiaquía,
en quienes el gen DQ2 está presente en 90 a 95% de los individuos.
Poseer el marcador DQ2 o DQ8 no tiene incidencia en
los síntomas o en la severidad con que se pueden manifestar, detalló Fernández.
Sin embargo, su presencia permite una modificación en la gliadina, la proteína
que causa la intolerancia al gluten.
La publicación estuvo a cargo de la investigadora del
Ivic, Mercedes Fernández Mestre; la estudiante del posgrado en Inmunología de
la institución, Diana Padrón; la residente del postgrado de Gastroenterología
Pediátrica del Hospital de Niños “J. M. de los Ríos, Neyda Landaeta; y la
adjunta de este servicio, Magally Rodríguez.
Tras los resultados de este estudio el Ivic abrió el
servicio de diagnóstico molecular de esta condición autoinmune. Al examen
clínico, las pruebas de anticuerpos dirigidos contra y las biopsias
intestinales se suma la prueba genética como un método preciso, certero y poco
invasivo para confirmar la presencia del problema de salud.
La más común pero la más silenciada
Diferenciar las células propias de los agentes
extraños al cuerpo es una función para la cual está diseñado el organismo
humano. Cuando se falla en esta tarea incluso la absorción de ciertos alimentos
puede verse afectada y desencadenar enfermedades.
Poseer anticuerpos contra el gluten es una condición
genética frecuente en la población, pero la menos “visible” debido a que sus
síntomas pueden ser confundidos con los experimentados en diversos trastornos
estomacales.
Se caracteriza por la inflamación
crónica de una porción del intestino delgado y el daño en las vellosidades del
estómago, según la información suministrada por la Fundación Celiaca de
Venezuela. La afectación en las vellosidades del estomago debe ser recuperada
de forma oportuna, pues de no tratarse podría generar otros problemas de salud
como la hiperplasia, es decir el aumento de la producción de células en los
tejidos u órganos.
Diarreas, dolores abdominales, bajo peso y talla,
inapetencia, vómitos, fatiga, dermatitis e incluso cambios de humor forman
parte de los síntomas ocurridos tras la ingesta de gluten, que al ingresar al
organismo es atacado por el sistema inmunitario. Al no retirarse el trigo y
cereales relacionados de la dieta se presentarán deficiencias de vitaminas y
minerales que complicarán el estado de salud.
Se estima que al menos una de cada cien personas en el
mundo sufre esta condición, cuyo único tratamiento es la privación absoluta y
permanente del gluten en la dieta, lo cual favorece la remisión completa de las
lesiones en la mucosa intestinal y de los síntomas.