¡Exclusion vs inclusion! Así se votaba en la 4ta República y así se vota en Revolución

En 40 años de la cuarta República, la derecha engaño al pueblo con un discurso que prometía el cambio, sin embargo, la exclusión del de...



En 40 años de la cuarta República, la derecha engaño al pueblo con un discurso que prometía el cambio, sin embargo, la exclusión del derecho al voto y la instalación de sistemas fraudulentos donde votaban hasta los muertos, fueron las características que signaron los procesos de elección.
Todos las votaciones durante la llamada democracia representativa en Venezuela, estuvieron caracterizadas por una inmensa banalización que no expresaba ningún tipo de propuesta, ningún tipo de ideas, era manipulado y toda esa manipulación generó cansancio en el pueblo.
Los representantes de los partidos de Acción Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), cuyos mismos representantes eran los que siempre se postulaban, le negaban al pueblo humilde el derecho a elegir quién los gobernaría y más aún la oportunidad de participar.
El sistema electoral en estos oscuros años cuyo voto se depositaba en una urna, era calificado de tramposo y atrasado por el voto múltiple donde hasta los muertos sufragaban. En los años que había elecciones en la cuarta República, la mortalidad general disminuía, así como también los registros que hacía el entonces Ministerio de Sanidad para que las personas muertas aparecieran como votantes.
“En la casa de AD había un registro electoral que el partido manipulaba a su antojo, y otro más en la casa nacional de COPEI. Si eras pobre no tenías cédula y si no tenías cédula no podías votar”, explicó reciente el alcalde de Caracas Jorge Rodríguez.
En el pasado, los sectores populares no contaban con centros de votación y mucho menos con un sistema automatizado y transparente, nunca hubo preocupación por mejorar el proceso y a pesar de ello, constantemente llamaban al cambio en sus discursos políticos.
“La posibilidad de un cambio para el pueblo fue la base del discurso de AD y COPEI. El expresidente Rafael Caldera uso desde el año 1947 la estrategia del cambio como herramienta para impulsar su campaña, misma estrategia que hoy mantiene la oposición para las elecciones legislativas del 6 de diciembre”, resaltó Rodríguez.
Tampoco, en estos tiempos, había espacio para que la juventud proveniente de los sectores populares, participará y mucho menos que los candidatos los postulará el pueblo, siempre manejaron una tramoya mediática para posicionarse la misma cúpula alternada.
“En esos tiempos la pelea no era del pueblo militantes de esos partidos políticos buscando cambios para mejorar sus condiciones de vida, se trataba de una estrategia diseñada por sus asesores norteamericanos, quienes les inventaban presuntos enfrentamientos entre las cúpulas de AD y COPEI para entretener a los de abajos, en su imaginario de que dicha pelea era por darle bienestar al pueblo, cuando de lo que se trataba era de un vulgar acto de reparto de posiciones de gobierno antes de que se dieran las elecciones. Eso sí, tenían que crear las condiciones para que los votantes, mayoritariamente representados en esos dos partidos, tuvieran una motivación para salir a votar. Voto que aunque fuera blanco o verde servía para el mismo fin, legalizar la alternabilidad de los grupos oligárquicos en el poder”, expresó el portal Aporrea en un artículo.
En relación a la participación de la fuerza armada, los funcionarios no tenían derecho a ejercer el voto y tampoco a integrarse con el pueblo en unión cívico-militar. Los lineamientos siempre fueron de represión y miedo a la población.
Como dato curioso, con respecto a las elecciones de diputados y diputadas, en la cuarta todos los expresidentes eran nombrados senadores vitalicios y se les asignaba un sueldo y un curul dentro del congreso hasta el día de su muerte.
Estos congresistas aprobaban leyes que privilegiaban a ciertos sectores, porque para ese entonces todo era un negocio y gracias al Comandante Supremo, Hugo Chávez, esos negocios fueron apartados en su totalidad, tarea que no fue fácil pero que finalmente se logró.
La llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela revolucionó la forma en que era gobernado ese país. Uno de los cambios más profundos fue el de la estructura del Estado. A los tres poderes tradicionales: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en la nueva Constitución Nacional, se sumaron dos de igual importancia: el Poder Moral y el Electoral, que complementaron el aparato estatal y le dió amplio sentido social.
Gracias a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 62 ahora “todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica.
También en su artículo 63 expresa: “el sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional”.
Además, el sistema electoral actual es calificado como sólido y transparente y es el más sometido a auditorias antes, durante y posterior al proceso electoral en el país.
Con este sistema automatizado, se evita que una persona pueda votar varias veces usurpando la identidad de otras personas y no permite tergiversar y aplicar el acta mata voto.
En relación a la participación, el poder popular es tomado en cuenta. En partidos como el Socialista Unido de Venezuela, a los candidatos los postula el pueblo en un proceso de elecciones internas donde se pide el apoyo al CNE para certificar su transparencia.
La juventud a plenitud es incluida y la participación de la mujer es notable, pues la leyes en el país reflejan la igualdad de género. Los participantes tiene derecho pleno de expresar sus propuestas y aportar soluciones elevando la voz del pueblo.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana en unión cívico-militar no reprime al pueblo sino que se integra para garantizar su resguardo apoyando plenamente al sistema electoral venezolano. Los funcionarios tienen derecho a expresarse libremente y votar.
El sistema automatizado que hoy mantiene el CNE es reconocido en el mundo por su eficiencia y su rapidez para emitir resultados.
En 16 años de Revolución Bolivariana se han concretado más eventos electorales que en 40 años de la cuarta República y recientemente acaba de aprobarse la Misión de Acompañamiento Electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), y de todos aquellos invitados internacionales que en democracia plena pueden certificar la transparencia del proceso electoral.

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